El gobierno ucraniano admite estar cada vez más cerca de «asesinar a Putin»
Los ucranianos también buscan acabar con el líder del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin
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El número dos de los servicios de Inteligencia de Ucrania, Vadim Skibitski, ha reconocido que su país «está cada vez más cerca de asesinar al presidente ruso, Vladimir Putin», si bien aseguró que el líder ruso «está también temeroso de ser aniquilado por su propio pueblo».
Aunque no constan detalles de planes operativos o de intentos previos de acabar con la vida del líder ruso, debido a la propia naturaleza del trabajo de los servicios de inteligencia, no puede ser descartada dicha opción. De hecho, a principios de mayo, el Kremlin acusó a Ucrania de tratar de asesinar a Putin en un ataque con drones que en aquel momento el gobierno de Kyiv negó.
El gobierno ruso se basó en unas imágenes del supuesto ataque publicadas en un canal de redes sociales de Moscú. Según los residentes de un edificio de apartamentos cercano, hubo explosiones y humo en la madrugada del 2 de Mayo.
En declaraciones realizadas este jueves, el representante de los servicios de espionaje del gobierno ucraniano, manifestó que «a día de hoy, mucha gente en Rusia todavía apoya esta ‘operación especial’ [contra Ucrania], pero gracias a la redes sociales y a las intervenciones telefónicas, sabemos que tantas muertes rusas en Ucrania han asustado a la población».
Skibitski también tuvo referencias para el líder del Grupo Wagner, el oligarca Yevgeny Prigozhin, que en los últimos tiempos se ha enfrentado abiertamente contra el ministro de Defensa de su país por la falta de apoyo a sus mercenarios en territorio ucraniano. «Estamos intentando también matarlo», aseguró el subdirector de la Inteligencia ucraniana. Añadió que «nuestra prioridad es eliminar la cúspide de la cadena de mando, que ordena a sus hombres atacar».
Skibitski también sobre la asunción de responsabilidades por la invasión rusa de Ucrania que«al final, cada uno tendrá que responder por sus acciones». En este sentido, señaló a la máxima autoridad militar, Valery Gerasimov, y al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, por haber planificado el ataque «y no haber dado marcha atrás».
Además, sugirió que la red podría incluso ampliarse a todos los propagandistas, oligarcas y civiles si ellos «forman parte de la fabricación y financiación de armas para Rusia».
«Estamos en guerra y éstos son nuestros enemigos», subrayó. «De acuerdo con las convenciones internacionales, nuestro objetivo es legítimo», concluyó.
En relación a Crimea, aseguró que los rebeldes de la península están capacitados para atacar infraestructuras críticas para Rusia, «excepto el puente de Crimea». Dijo que la única razón por la que sigue en pie es porque Ucrania quiere dar a los rusos que viven allí la oportunidad de escapar.
Ataques selectivos
Los servicios de inteligencia ucranianos han sido en las últimas semanas más propensos a publicitar información considerada confidencial en una auténtica guerra psicológica, mientras se espera en el país la llegada de la tan ansiada contraofensiva contra los ocupantes rusos.
Por ejemplo, el jefe directo de Skibitski, el general Kirilo Budanov admitió la pasada semana que Kyiv estaba detrás de un buen número de asesinatos de destacados propagandistas rusos. «Hemos tenido éxito en atacar a un puñado de gente», aseguró. «Ha habido casos notorios que todo el mundo conoce gracias a la cobertura mediática», subrayó.
Aunque Budanov no especificó exactamente qué individuos habían sido atacados desde el inicio de la invasión rusa el pasado año, varias figuras públicas conocidas por su apoyo al Kremlin han sido asesinadas o heridas en territorio ruso. Por ejemplo, a principios de este mes, una explosión hirió al escritor pro-Kremlin, Zajar Prilepin, uno de los novelistas rusos más famosos. En abril, otra explosión en una cafetería de San Petersburgo acabó con la vida del bloguero Vladlen Tatarsky e hirió a 25 personas. Sin embargo, el caso más notorio se produjo en agosto del pasado año, cuando el coche de Daria Dugina, la hija del ideólogo de Putin, explosionó en Moscú. Ella murió en el ataque.